Sergi Pérez
¡Acabad ya con esta crisis! Este palpitante punto de vista sobre la situación económica de crisis que ha azotado a las economías estadounidense y europea, está escrito por Paul Krugman, premio Nobel de economía 2008. El autor también cosecha reconocimiento internacional gracias a su recorrido como columnista en el New York Times, con más de 200 artículos, y la publicación de más de 20 libros entre los cuales destaca el presente, ¡Acabad ya con esta crisis!, El retorno de la economía de la depresión y la crisis actual (2009), o El internacionalismo “moderno”: la economía internacional y las mentiras de la competitividad (1997).
En este trabajo crítico publicado en 2012, Krugman nos explica a través de 13 capítulos la situación de crisis económica post-crack del 2008 y, nos ofrece una solución a través de claros y sencillos ejemplos, retomando las ideas Keynesianas que sirvieron para impulsar la economía americana hace casi un siglo. Uno de los aspectos clave de su obra es el de descubrir al lector el engaño bajo el cual vive la sociedad, fruto de las consignas fatalistas del entramado de los medios de comunicación y la clase política que nos gobierna. En ¡Acabad ya con esta crisis! Krugman afirma que es posible encontrar una recuperación económica de forma inmediata sin necesidad de pasar por largos años de voraz recesión que minen los recursos y posibilidades de las clases medias y bajas, como lo acontecido con los altos niveles de desempleo y grandes problemas de reinserción laboral que hemos tenido que presenciar.
Gracias a la sencillez de su estilo y la perspicuidad de sus argumentos, Paul Krugman nos ayuda a comprender mejor las herramientas que rigen la economía americana, tales como la variación de tipos de interés o la emisión de moneda para su puesta en circulación. Así pues, su obra gira entorno a cuál es la situación actual, cómo se ha llegado a ella, por qué no funcionan las medidas que los grandes gobiernos están llevando a cabo y, qué debería hacerse y por qué no se están haciendo. Un conjunto de cuestiones ampliamente discutidas por economistas, políticos y tertulianos que, pese a la complejidad con la que exponen las posibilidades de cambiar la situación, Krugman hace garante de su convicciones y reconocida experiencia para abordarlas de forma clara y contundente.
Un aspecto que, bajo mi punto de vista, llama la atención de la obra de Krugman, es su manera de abordar cómo las políticas de gasto público se aplicaron y evolucionaron a partir del año 2008. De ese modo, el autor afirma que desde el inicio de la crisis se aplicaron ese tipo de medidas para compensar la caída del gasto privado aunque, a partir de 2010 sucediera un fenómeno inusual a su parecer. Y es que según Krugman, 2010 fue el año en que se puso de moda reclamar recortes del gasto, incrementos de impuestos y tasas de interés aún más elevadas a pesar de las desmedidas tasas de desempleo. Unas decisiones que solicitaron los que el autor denomina como “austeriacos” o devotos de la austeridad, bajo el argumento del peligro que supondría la perdida de confianza de los inversores. Contrariamente, Krugman defiende en su obra que las medidas de austeridad sólo deben aplicarse cuando la economía se haya repuesto de su traspiés, y no cuando se halle en plena caída libre. Un argumento que ha dado la razón con el tiempo al autor, ya que el recorte de gastos lo único que generó fue un aceleramiento de la depresión.
Como conclusión, debo reconocer que el libro de Paul Krugman destaca por su simplicidad mezclada con una fina ironía, que lo convierte en una lectura amena para todas aquellas personas sin conocimientos económicos previos, e interesadas en reflexionar acerca de la economía y el funcionamiento del mundo actual. Asimismo, considero que además de acercar de forma atractiva conceptos económicos al gran público, Krugman nos recuerda la importancia de remitirnos a enfoques económicos como el de John Maynard Keynes, que pese a haber sido apartados y menospreciados durante las últimas décadas, aportaron a la economía conocimientos favorables para su desarrollo político, social, cultural y comercial. En suma, se puede decir que este es un texto muy recomendable para todo aquel que anhele formar un pensamiento crítico propio y, así poder analizar mejor tanto la ingente información económica que recibimos desde los medios de la comunicación, como si nuestros gobernantes siguen las medidas que más nos benefician como sociedad o no.
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