María Sofía Muratore
Aumentar las ventas a partir de los sentidos
¿Alguna vez te preguntaste cuántos sentidos usas antes de comprar algo? El cuerpo humano tiene cinco sentido: vista, olfato, tacto, gusto y audición, y hoy saber cómo usarlos es la gran herramienta para aumentar las ventas.
El marketing sensorial es una estrategia que se basa en afianzar las sensaciones y emociones de los clientes. El estudio realizado por Brigham Young University y la University of Washington demuestra que el sentido del oído o de la vista logran que los consumidores demoren su compra, mientras que quienes hacen hincapié en las percepciones del tacto o del gusto tardan menos en tomar la decisión de compra.
A su vez, dicho estudio reivindica que hablar de una sensación percibida “ahora“ es mucho más eficaz que hablar de sensaciones recordadas. En síntesis, mientras más cerca estamos temporalmente de una percepción, es más efectivo es. Es así que el informe anuncia que recordamos: el 1% de lo que tocamos, el 2% de lo que oímos, el 5% de lo que vemos, el 15% de lo que probamos y el 35% de lo que olemos.
La música fue la estrategia utilizada para potenciar los sentidos. Tal es el caso del marketing auditivo, puesto que puede mejorar el ambiente de trabajo, elimina el silencio, construir imagen de marca, y así fidelizar la relación con el cliente.
El marketing olfativo, por su parte, es otro sentido muy usado que se jacta en relacionar una marca, producto o negocio a un aroma específico que el consumidor lo recuerde al percibir el aroma. Esto se visualiza, por ejemplo, en un establecimiento de viajes que huela a bronceador, un local de copas con aroma. Se puede crear un olor personificado que logre transmitir la esencia de la marca.
El marketing visual se basa en los colores, las formas, la distancia y el tamaño de los estímulos. El 90% de la información que recibe el cerebro es visual. El color del producto cumple una función especial al momento si decidir o no realizar una compra. También la ubicación del producto en un establecimiento es importante para aumentar o disminuir las compras.
El gusto también es importante a la hora de pensar una estrategia de venta, el sabor se hace característico del producto. Si un alimento no nos gusta, lo recordaremos más fácilmente si fuera un sabor agradable.
Por último, el sentido del tacto es el que menos se utiliza pero sí repercute cuando se quieren consumir: electrodomésticos, muebles, ropa, zapatos. Algunos hoteles disponen de una serie de edredones, cobertores con un tacto suave y gustoso que produce en el cliente una gran sorpresa hasta el punto de recomendar estos hoteles.
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