Sergi Pérez
Las grandes aerolíneas Low Cost se han lanzado a la guerra comercial expandiendo sus servicios con más plazas, más frecuencias y nuevas rutas. El “boom” turístico que entre otros países competidores como Egipto o Turquía, está atravesando España, ha propiciado un nuevo planteamiento de movilidad en el continente europeo para compañías como Vueling, Norwegian, EasyJet o Ryanair.
Tras el récord histórico de visitantes que vivió España en 2017 -82 millones-, sumado a la bajada del 2,2% de las tasas aeroportuarias, las compañías de bajo coste encaran la campaña estival con una renovada oferta de asientos, frecuencias y conexiones. Un estimulo que no pasará de largo para los viajeros que se planteen visitar nuestro país en la temporada de verano, pues se estima que habrá un aumento del 10% en el volumen de plazas aéreas del mercado nacional, y otro 10% en la demanda doméstica.
Pese a que las grandes protagonistas de esta estimuladora crecida de la oferta serán las principales compañías de Low Cost, también otras aerolíneas como Iberia se suman al “boom” del tráfico aéreo español con una previsión del 7,5% de crecimiento y un 6% más de plazas para este verano.
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